Somos conscientes de que el entramado cultural existente en las ciudades, aumenta las posibilidades de la población urbana de acceder a actividades culturales. Por el contrario, no podemos obviar que para la población de entornos rurales siempre ha sido más difícil su participación. En general, por falta de recursos, lo que imposibilita un desarrollo personal integral. No obstante, percibiendo esta necesidad, gran parte del trabajo de los/as gestores/as culturales se está redirigiendo cada vez más a núcleos rurales.
El entorno rural ofrece grandes oportunidades de crecimiento y de desarrollo sostenible. El sector cultural está contribuyendo de forma muy concreta e incrementando sus posibilidades, convirtiéndolas en proyectos viables, creando y ayudando al crecimiento de la economía con la irrupción de empresas culturales en el entorno y con la presencia de redes colaborativas entre las distintas organizaciones y administraciones públicas. El esfuerzo realizado por las instituciones públicas y empresas privadas del sector ha ido encaminado entre otros aspectos a una mayor formación y a un reciclaje continuo de sus trabajadores/as. Favoreciendo también de esta forma, la creación de puestos de trabajo y mejorando la empleabilidad de la población.
FUENTE: AGCEX