
El síndrome se descubrió en 1959 como un desorden de cromosomas y es un tema de actualidad permanente al afectar en el día a día de forma muy variada en un amplio rango de personas en todo el mundo. Se calcula que uno de cada 733 bebés nacen con este síndrome. Sólo en Estados Unidos hay más de 400.000 personas con este síndrome.
El síndrome de Down es una combinación cromosómica natural que siempre ha formado parte de la condición humana, existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud.
El acceso adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva, así como la investigación adecuada, son vitales para el crecimiento y el desarrollo de la persona.
Un cromosoma de más donde se guarda la información de los rasgos físicos y cognitivos que definen la condición de los pacientes con Síndrome de Down. Ese mismo cromosoma que también pareciera regalarles el don de la sonrisa, la inocencia y la sensibilidad. La pieza extra de humanidad que hoy por hoy no es una limitación, sino toda una razón para demostrar que hay un gran camino por recorrer, que las facultades de cada uno están hechas a la medida de la grandeza del espíritu. Que las ganas y la imaginación no encuentran barreras.
3/21
La trisomía 21 es la cifra que ‘bautiza’ la conmemoración del Día Mundial del Síndrome de Down. El número 3 equivale al mes de marzo, mientras que 21 es el día elegido.
Será la primera vez que este día será conmemorado y observado por las Naciones Unidas y sus países afiliados.